Té verde... lo que en la antigua Asia siempre se supo.


El té verde, que crece en climas especialmente húmedos, contiene numerosos polifenoles, llamados catequinas. Una de las más poderosas catequizas se llama galato de epigalocatequina (EGCG en inglés), que frena la formación de vasos sanguíneos por las células cancerosas. Además bloquea el los receptores en las membranas celulares para prevenir que sean invadidas por el cáncer a través la inhibición del NF-kappa B. No solo tiene efectos antiinflamatorias y antioxidantes sino que además facilita el suicidio (apoptosis) de células cancerígenas. Por todo ello ha demostrado reducir el crecimiento en leucemia, cancer de mama, próstata, riñón, piel y boca.
El té verde también es un excelente detoxificante que ayuda al hígado a eliminar toxinas cancerígenas.

Además a demostrado hacer el cáncer más sensible a la radio- y la quimioterapia, potenciando los efectos del EGCG aún más si también se toma soja en la dieta.

Recomiendo tomar entre 3-5 tazas del té verde al día. Si puede ser en hojas enteras, mejor.




Referencias:


  1. Y. Cao, R. Cao, ‘Angiogenesis inhibited by drinking tea’ Nature, 398(6726), 1999: 381.
  2. J. Jankun, S. H. Selman, R. Swiercz, E. Skrzypczak—Iankun, ‘Why drinking green tea could prevent cancer’ Nature, 387(6633), 1997: 561.
  3. M. Demeule, B. Annabi, I. Michaud—Levesque, S. Lamy, R. Béliveau, ‘Dietary pre- vention of cancer: Anticancer and antiangiogenic properties of green tea polyphenols’ Medicinal Chemistry Reviews-Online 2, 2005: 49—58.
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www.integratedmedicine.cohttps://drsaskia.wordpress.com/2017/10/05/green-tea-what-ancient-asia-already-knew/

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